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| Via Zenda |
Fue amor a primera vista.
Se enamoró de sus ojos azules,
de sus músculos poderosos, de esa sonrisa traviesa que invitaba a hacer
locuras. Entre más lo observaba, más se sentía atraído por esa cabellera de
rizos dorados, por la confianza con la que se sostenía en su tabla de surf, por
el aire intelectual que le daban sus gafas de marco oscuro.
Jamás pensó encontrar allí al amor
de su vida. Nunca imaginó que había estado tan cerca del hombre perfecto. Había
esperado durante años a que algo mágico ocurriera y lo único que necesitó fue acumular
un poco de valor para actuar.
Estaba radiante. Sin mucho
esfuerzo, ni la necesidad de revelarle al mundo sus vergonzosos deseos, aquel
hombre de pecho descubierto y abdominales marcados se convertiría en su futuro.
Con las manos temblorosas y los
dedos llenos sudor, respiró hondo y, lentamente, se preparó para realizar el
acto que lo llevaría, sin duda alguna, a una montaña rusa de emociones. Tenía
el amor en sus narices y no lo dejaría escapar.
Tocó entonces la pantalla táctil
de su celular, vio una última vez las fotos de aquel hombre y deslizó su perfil
a la derecha para indicar que le interesaba conocerlo a través de la aplicación
de citas. No dudaba ni por un instante que “PapasitoSexy69” le correspondería
de inmediato.
Gritó emocionado en su oscura y
desordenada habitación. Finalmente, su historia de amor daría comienzo.
Fin
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