The king |
Hubo una vez, en un sitio muy lejano,
un reino gobernado por un computadora. La pequeña caja de metal, desde el
palacio real, tomaba día a día diversas decisiones en pos del bienestar de su
pueblo. Con sensores implantados en el cerebro de todos los habitantes y
cámaras ubicadas a través del territorio, la computadora era capaz de
monitorear las emociones y medir los niveles de satisfacción de las personas,
con lo cual podía hacer rápidos ajustes para que todo el reino estuviera feliz
y en paz.
No obstante, y después de un tiempo, el
rey comenzó a notar cierto malestar en la gente. A pesar de que los habitantes
tenían excelentes vidas, estaban tristes porque sabían que su rey jamás
encontraría el amor o tendría descendencia. La gratitud que el pueblo tenía por
las decisiones altruistas del rey era tan grande, que las personas deseaban la
misma felicidad para su gobernante.