Mujer leyendo |
Yo me considero de esa clase de
lectores que se enfocan principalmente en los libros.
Grandes sagas literarias vienen
normalmente acompañadas de grandes producciones cinematográficas, un descarado
exceso de mercancía y lluvias de contenido adicional que “complementan” la
historia original. A pesar de que no desdeño de las películas y disfruto de ver
alguna que otra figura de colección en los eventos dedicados, la mayoría de las
veces no enloquezco cuando un nuevo producto asociado a un libro que me gusta
ve la luz.
Esto no solo ocurre con bestsellers; de hecho, clásicos como Cien Años de Soledad o Romeo y Julieta han sufrido de las
reediciones de aniversario, de las bisuterías para recordar o de las visitas
guiadas a los lugares en los que fueron inspiradas las historias.
Lector a Secas |
La literatura, como muchas
cosas en la vida, y aunque muchos catedráticos se nieguen a aceptarlo, es un
negocio, un negocio en el cual se vende y compra arte, pero negocio al fin de
cuentas; por eso no es raro que movimientos corporativos alrededor de libros se
hagan constantemente para generar nuevos beneficios.
Estoy en contra de aquellos que
dicen que toda la comercialización alrededor de una obra la contamina; de igual
forma, no apoyo a esos que jamás tocan las páginas de un libro pero se regodean
de tener los mejores accesorios y de conocer todos los diálogos de las
películas. Yo mismo podría pensarme hipócrita cuando pienso que disfruté cada
segundo que pasé en el parque de Harry Potter en Orlando, pero, la verdad, es
que cambiaría cada una de mis camisetas temáticas o desviviría la grandiosa
experiencia que tuve en el parque, si con eso pudiera regresar en el tiempo y
redescubrir a los personajes de los que me enamoré.
Hogwarts, Mundo de Harry Potter, Orlando |
Me llamó lector a secas porque
intento no sucumbir a la materialización de la literatura y siempre elijo al
libro por encima de cualquier propuesta audiovisual – y recalco intento porque
hay películas muy bien hechas y experiencias bastante logradas -; pero no por
eso declaro que soy un mejor lector que aquel que disfruta de la mercancía o el
que ve en las películas un mejor formato para disfrutar la historia.
Las cosas son como son: libros
se seguirán publicando, un movimiento mediático continuará si se convierte en
un éxito y habrán unos que sucumbirán a la tentación de coleccionar cada
aspecto que los acerque a sus personajes amados. Al final, lo importante es que
los libros se sigan publicando, lo que siga después de eso no puede hacer daño.
Posdata:
Es curioso, quería hablar de la
8va Parada Juvenil de la Lectura y resulté escribiendo este “sinsentido”. Al
parecer, era algo que tenía muchas ganas de decir.
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