Gato Atigrado |
Desde animales corrientes a
seres maravillosos, los gatos han sido una parte importante de la literatura;
de hecho, más que otras mascotas, estos enigmáticos felinos han sido fuente de
inspiración para la creación de grandes historias.
Y no es una sorpresa que los
gatos hayan llamado la atención de tantos escritores durante los años, ya que
son animales con una personalidad fuerte, un orgullo inigualable y un sentido
muy curioso del compañerismo. Un gato requiere y transmite mucho cariño sin la
necesidad de ser intenso o seguir las reglas estipuladas de su compañero – o a veces
esclavo – humano.
Julio Cortázar y su gato |
Es esta personalidad la que ha
convertido a los mininos en los amigos de cuatro patas favoritos de muchos
escritores. Se dice que Hemingway (escritor de El Viejo y el Mar) llegó a tener más de 60 gatos; Jorge Luis Borges
(La Biblioteca de Babel entre otros
cuentos) llegó a escribirle poemas a su irascible gato Beppo, Mark Twain (Las Aventuras de Tom Sawyer) también fue
famoso por tener muchos gatos y Julio Cortázar (Rayuela) era conocido por disfrutar escribiendo rodeado de sus
mascotas felinas.
La presencia de los gatos en la
vida de los escritores ha llevado a que se hayan convertido en personajes
recurrentes de la literatura. Cada escritor tiene su forma de ver el mundo y,
así mismo, de crear historias; es por eso que Edgar Allan Poe, quien tenía una
gata que se sentaba en su hombro cuando escribía sus historias, creo el cuento El Gato Negro, uno de sus relatos de
terror más conocidos.
Además de El Gato Negro, también es digno de mencionar uno de los cuentos
infantiles más conocidos en la historia: El
Gato con Botas; o, yéndonos a personajes, al gato Cheshire, el malicioso
consejero de Alicia durante su viaje al País de las Maravillas.
Gato Negro |
Por mis gustos personales me
siento obligado a mencionar tres gatos maravillosos de la literatura: Crookshanks,
el gato de Hermione en la saga de Harry
Potter (J.K Rowling), un felino mitad criatura mágica con una inteligencia
que cautivó a una de las mejores estudiantes de Hogwarts – mencionó también a
la forma gatuna de McGonagall dentro del mundo de Harry Potter -; el gato sin
nombre de Coraline (Neil Gaiman),
quien con su inmensa ironía causa interesantes reflexiones; y Pantalaimon,
quien realmente no es un gato sino un “daimonion” que toma diversas formas
animales, pero que es representado como un gato atigrado que
acompaña a Lyra durante la saga La Materia Oscura de Phillip Pulman.
Y ya que los gatos han aportado
tanto a la literatura, los libros han cumplido la labor de retribuirles.
Probablemente no sea el único que les cogió amor a estas criaturas peludas
después de leer un libro donde el protagonista lo tenía como compañero. La literatura
ha contribuido a crear una fama gatuna que los hace irresistibles para muchas
personas.
Esta entrada es tanto un
tributo a los gatos como a los libros. Me siento feliz de decir que la he escrito
mientras veía a mi propio Pan saltar de un lado a otro. Un pequeño atigrado que
a veces me ignora con desdén cuando quiero acariciarlo…, después de todo, es un
gato.
Crookshank |
Gran parte de los datos que usé para hacer esta entrada fueron tomados de Lifestyle.Trendencias y ElOrtiga.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario